Para muchos, ahora más, ya que esta tan de moda con tanto Masterchef y Topchef, la cocina es un arte. Cocinar es la nueva alquimia. De la nada sacas platos exquisitos y maravillosos. No voy a decir que no me gusta comer (solo hay que verme) pero no me gustaba cocinar. Perder el tiempo mientras tienes algo en la sartén, las recetas son muy ambiguas (”cuando esta hecho sácalas de la sartén” ¿Y cuando sé que están hechas?) Cocinar es un proceso de observación, un ritual lento en el que todas las piezas tienen que encajar para que te salga un plato delicioso. Quizás es porque me aburre o que no tengo paciencia para aprender. Por eso he dicho que no me gustaba cocinar. Desde que tengo la Thermomix he cambiado de opinión.
La thermomix
Para quien no conozca la thermomix es un ayudante de cocina. Realmente es una batidora-picadora en el que le han añadido cosas por lo que puedes hacer una grandísima variedad de platos. Me parece que lo único que no puedes hacer es freír. No es una caja mágica en la que metes los ingredientes y te saca el plato hecho. No funciona así. Tienes que seguir la receta. Normalmente (en el modelo que tengo yo, me parece que han sacado una más moderna) pones la cantidad que te piden de ingredientes (tiene bascula incorporada) pones el tiempo, la temperatura y el programa indicado y así tantas veces como lo pida la receta. Ahora pensarás, si tengo que meter los ingrediente y programarlo prefiero hacerlo a mano. Eso es verdad, pero sí por ejemplo te pone programar 30 minutos. Lo pones y te olvidas completamente: no se te va a pasar, ni quemar ni nada por el estilo. Durante el tiempo que dura el programa, en este caso 30 minutos, puede hacer lo que quieras: ver la tele, limpiar o hasta irte a dormir. Cuando termina suena un pitido para que sepas que ya ha terminado. Esto es muy importante para mí. Es, como digo yo, para tontos. Sólo tienes que seguir las instrucciones. Me siento cómodo con la Thermomix, me parece un paso adelante.
Pero aparte de recomendarla a todo el mundo desde que Leo ha empezado a comer papillas es una maravilla.
Thermomix y las papillas
Como he dicho antes, una de las funciones primeras de la thermomix es la de batidora-picadora, por lo que aparte de hacer la comida mientras yo estoy disfrutando con Leo, cuando ya esta hecha la comida, sólo tengo que batirla en la misma máquina y ya tengo la papilla hecha. Me ahorro tener que volver a manchar más aparatos. Otra cosa buena, es que a parte de las recetas del libro que te dan hay una cantidad de paginas webs con montones de recetas tango para bebes, niños o para adultos.
Todas las recetas están preparadas para 6 personas, y como nos dijo la vendedora, te cuesta el mismo tiempo hacer para dos personas que para 6. Pues para las papillas, también, y hago para 2 o 3 días y las que no vaya a gastar lo congelo, por lo que, por ejemplo, si no tienes mucho tiempo puedes prepararte la comida y la cena del bebe para todo la semana en una tarde. (Yo lo hago cada dos o tres días)
Hay que reconocer que el aparato no es barato, pero a nosotros nos compensa por el ahorro de tiempo que nos consigue, por la facilidad para preparar los platos y ahora para las papillas y luego para cuando sea mas mayor Leo le vamos a dar bastante uso, por lo que para mí, es un dinero muy bien invertido.
[…] (pruebo la comida de Leo antes que él). La textura es parecida a los potitos que le hago en la thermomix y parece que a Leo le gustó porque se lo tomo entero. Lo […]