Esta semana hemos tenido la segunda visita a la matrona. Una mujer muy simpática que ha respondido a todas las preguntas que le hemos hecho por muy estúpidas que parecieran. Y hemos vuelto escuchar el sonido del corazón de nuestro hijo. Ese sonido hace que se te acelere a ti también el corazón y que te emociones.
A parte de emocionarte, también el baby (ya sabéis que el nombre es un secreto y se desvelará en próximos posts, así ¡que no te pierdas ninguno!) te esta diciendo que vayas preparando todo que enseguida llego, bueno enseguida no es, pero con lo que tardan en hacer y darte las cosas, es hora, al menos, de empezar a mirar. Hay que ir de compras
Ir de compras
Y mirando tanto la habitación como el carrito nos ha pasado los dos extremos que pienso que suceden cuando das un servicio: Te atienden muy bien, o te atienden muy mal. Voy a contar cada caso
Te atienden muy bien
En este caso ha sido en un tienda de carritos. Le explicamos nuestras necesidades, es decir, el uso que íbamos a dar al carrito y la dependienta nos mostró los carros que se ajustaban a lo que queríamos, que en nuestro caso, es que pesara poco y se doblara bastante. Nos enseñó varios modelos y no tuvo ningún problema en abrirlos, cerrarlos, que los moviéramos para que viéramos lo que pesaba y como se manejaba. También nos enseño otro tipo de carrito que no habíamos pensado pero que podía ajustarse a nuestras necesidades. Al final nos dio un presupuesto con los carros que al final habíamos seleccionado y una caja con muestras para el bebe y la madre. Salimos muy contentos del trato recibido. Y si el carrito que al final compramos lo tienen en esta tienda lo compraremos ahí.
Te atienden muy mal
En este caso ha sido en una tienda de muebles. Entramos en la tienda y se nos acercó una chica, le dijimos que buscamos un dormitorio juvenil, nos dijo que en la planta de abajo. Bajamos y ahí nadie nos atendió. Estuvimos mirando solos la tienda. Cuando terminamos, subimos y nos pusimos al lado de la mesa de los vendedores. Ninguno de los dos que había se nos acercó, estaban hablando entre ellos. Después de unos minutos sin ser atendidos nos fuimos por la puerta. Si me atienden así, simplemente para hacerme un presupuesto, ¿como van a ponerme bien los muebles? Así que en esta tienda no volveré a entrar y han perdido un cliente.
Cada pareja tiene sus preferencias cuando compran un articulo. El precio es un punto importante pero para ciertas cosas también es importante, al menos para mi, el servicio. Al mismo precio, o parecido, siempre compraré en la que me den mejor servicio. Y es algo que cualquier que quiera vender algo tiene que tener en cuenta: Dar un buen servicio. Ganar un cliente es muy difícil pero perderlo para siempre muy fácil. Tenéis otro articulo muy interesante sobre el mismo tema en el blog de mi gran amigo Jorge Alastuey. Y vosotros ¿ qué opináis?
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