Hoy casi no llego para poner el post. El motivo de todo esto es porque ha sido una semana extraña y he tenido unos horarios distintos del trabajo por lo que todo ha sido un poco raro. Esto demuestra que aunque no nos guste, todo necesitamos rutinas.
Rutinas
Siempre se ha identificado las rutinas como algo malo. Volver a la rutina después de las vacaciones suena como el fin del mundo. Como si hubiéramos muerto y tuviéramos que cumplir condena para toda la eternidad. Pero los horarios y las rutinas no son malas, nos ayudan a hacer mejor las cosas.
Un ejemplo de las rutinas
Te lo voy a explicar con un ejemplo Leo: Estas semanas he tenido que levantarme antes de las 5 de la mañana y aunque es verdad que a esas horas uno es mucho más productivo, como bien dice Boluda, a mí, personalmente, me ha matado. Sólo con pensar a la hora que tenía que levantarme me cansaba. Eran las 22 de la noche y ya tenía que irme a dormir porque sino pensaba que iba a estar todo el día reventado. Por lo que por la tarde no disfrutaba del día y por la noche tampoco. Al cambiar el horario del trabajo me ha cambiado todo. Con mi horario normal ya sé que hora me tengo que levantar, cuando tiempo necesito para hacer las cosas, cuanto tiempo tengo para poder estar jugando contigo… También contigo tenemos rutinas como la del baño y la de cena. Es mejor que te adaptes a ciertos horarios porque tu cuerpo se acostumbra.
Con las rutinas no perdemos el tiempo
Muchas veces perdemos el tiempo sin que nos demos cuenta. El tiempo es lo único que tenemos. Seremos ricos o pobres pero todos tenemos el mismo tiempo. Si sabes aprovecharlo, Leo serás el más rico del mundo porque podrás hacer lo que tú quieras.
Es un post cortito. Porque no he sabido organizarme bien esta semana. Tendré que poner más empeño para proximos post. Nos vemos…
[…] mal que ya vuelve a la normalidad y aunque suene raro, mejor volver a la rutina. Ya comenté que no son malas las rutinas, lo malo es volver a algo que no te gusta. A ti Leo te cuesta levantarte de la cama, pero cuando te […]