Esta semana ya entramos en la recta final. Estamos ya en la semana 30. En 10 semanas ya estará Leo con nosotros. Iba a hablar sobre la habitación de Leo pero lo voy a dejar para el siguiente post . Así que estaba pensado ¿de qué hablo esta semana? Y me ha venido a la cabeza: ¿Por qué escribo este blog? Vamos a hacer un poco de historia…
¿Por qué escribo este blog?
Era verano,estaba en la playa con mi mujer y me preguntaba de que podía tratar mi blog. Ya llevábamos un tiempo (mi amigo Jorge y yo) con el gusanillo de los blogs. Estábamos ya en el proceso de la creación de desvariosvarios.com y en septiembre se puso en marcha, ahora tenemos otros proyectos , pero eso es otra historia, volvamos a la playa.
Pues eso, estábamos en la playa y mi mujer me dijo: “porque no hablas de ser padre primerizo” (justo en ese momento aún no lo sabíamos, pero volvimos embarazados de ese viaje) Y con las olas de fondo pensé que podía ser una gran idea. Así que el día que fuimos a la primera ecografía y vimos a nuestro hijo por primera vez, comencé este blog.
Ya se que escribo poco, (una vez por semana) y que no es lo mejor para Google. Ya se que dicen los “gurús” de esto que hay que escribir para tus lectores y no para ti. Pero como dice Carlos Bravo quiero ser un diverblogger. No escribo para posicionarme y ser un referente en mi sector. Mi objetivo no es tener cientos de subscriptores y ganarme la vida con este blog.
Pero os tengo que confesar, que escribo especialmente para dos lectores: Mi mujer y para Leo, porque lo que quiero es que cuando Leo sea mayor pueda leer lo que su padre experimentaba durante su embarazo y cuando era un bebe y que sepa lo que siento viéndole crecer.
Todo esto no quiere decir que no me guste que tú estés leyendo esto en estos momentos y que me acompañes en este viaje. Sólo quiero, querido lector, que disfrutes leyendo este blog y que si te sirve de algo pues perfecto. Yo estaré aquí para escribirlo y espero que tu para leerlo y que Leo dentro de unos años disfrute leyendo este blog tanto como yo escribiéndolo.
¿Me acompañas?
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