El fin de semana pasada paso algo curioso. Fuimos al mismo hospital (Clínica Quirón) dos días seguidos por dos motivos diferentes.
La visita del sábado al hospital
El sábado fuimos a ver al hijo recién nacido de unos amigos. Siempre es una sensación buena ir ver a un recién nacido (y sobre todo desde que esta Leo, porque te entran unos recuerdos maravillosos de cuando nació) Compartes la alegría y la ilusión de los padres y te llena un subidón de optimismo y ves que la vida puede ser maravillosa (como bien decía el gran Andres Montes). Estuvimos un rato y nos fuimos contentos porque nuestros amigos estaban muy felices
La visita del domingo al hospital
El domingo volvimos pero no por algo tan agradable. Tuvimos que llevar a mi madre a urgencias. Después de unas pruebas y 3 días ingresada al final todo ha salido bien pero el susto que te llevas es bastante gordo.
Las cosas pueden cambian muy rápido
Fijate, el sábado estábamos celebrando una buena noticia y al día siguiente con un susto en el cuerpo. Las cosas pueden cambiar el solo momento (como dice Fito: «Es igual que nuestra vida, que cuando todo va bien… Un día tuerces una esquina y te tuerces tú también ”). No solemos pensar que las cosas malas pasan. Y no deberíamos porque sino estaríamos todo el día amargados y llorando por cosas que aun no han pasado. En la vida hay sucesos que no podemos evitar y hay momentos duros que por desgracia tendremos que vivir. Es por esto que tenemos que disfrutar de la vida.
Los malos momentos vendrán solos, los buenos tenemos que buscarlos
Todos los días hay cosas maravillosas para disfrutar de la vida (como ver crecer a tu hijo), por lo que no los malgastes por tonterías que realmente no valen la pena. Grita,salta, sonríe canta, haz lo que quieras, pero exprime el día. Apúntalo en la lista de días felices para que los días tristes pierdan por goleada.
Nos vemos
#Jerby @ratonbloguero says
Hace unos días vi una noticia de un experimento que consistía unir un geriátrico y una guardería. De esta forma, los niños se acostumbraban desde pequeños al dolor, la vejez y la muerte como algo natural.
Y los ancianos convivían con unas personitas que no les pedían demasiado en sus circunstancias.
De esta forma, todos contentos.
Jose Miguel says
Hola Jerby, seguro que a los ancianos les viene mejor unos niños que tomar los medicamentos.