Ha llegado el momento Leo. A veces hablamos del futuro como algo lejano, “en septiembre irá a la guardería” como si fuera dentro de mucho, mucho tiempo. Y fijate, ya estamos en septiembre y has comenzado a ir a la guardería. El año que viene al colegio, por lo que tenemos por delante un apasionante futuro de mirar colegios, pero eso será para el año que viene (que enseguida vendrá). Hoy vamos a hablar de tu primera semana en la guardería (aunque realmente llevas 7 días que empezaste el día 1)
La guardería
Como ya dije en un post anterior en el que hablé de las guarderías, la elegida es una que ha vuelto a abrir en Utebo. A esa misma guardería fue tu prima Sara, pero con otros dueños. La dueña de ahora es muy maja (Azu) y la monitoria que se llama Marta también es muy maja y muy atenta.
El horario
Con el horario que tiene papí, hemos decido que vayas a la guardería de 12 a 17. Así yo te puedo llevar y la abuela Rosi te va a buscar. Y como comes muy mal, pues te quedas en el comedor para ver si empiezas a comer mejor.
Tu primera semana en la guardería
Ya habías estado algún rato en la guarde, pero no tanto rato. Para no dejarme nada, voy a hacer un pequeño resumen de tus primeros 7 días:
- El primer día (el día 1) entraste contento, te extrañaste que te dejara ahí ,pero tampoco lloraste. La dueña como es muy maja nos mandó un video tuyo que se te veía jugar en el patio encantado de la vida. La comida no fue tan bien porque vomitaste. El motivo fue porque otra niña también vomitó (es que tienes mucha empatía como tu padre).
- El segundo día, antes de ir a la guarde, te pusimos la vacuna de la meningitis (de esto hablaré cuando te pongamos la segunda dosis), ademas como te dormiste por el camino por lo que si que lloraste cuando te dejé. También vomitaste ese día.
- El tercer día que fue el lunes, cuando te llevé no te hizo mucha gracia y me tuve que ir corriendo para que no lloraras. También vomitaste, pero un poquito solo.
- El cuarto día entraste tu solito por la puerta. Azu, la dueña, me dijo que me quedara justo detrás. Te seguimos a clase y por medio de los cristales que tiene entre las salas, pude ver que enseguida te sentaste con tus amigos y te pusiste tranquilo a escuchar el cuento que os narraba Marta. Me dijo Azu que el enfado y los lloros que tienes se te pasan enseguida. Que antes de que salga yo a la calle ya estas tranquilo y encantado de estar con tus nuevos amiguitos. Y sobre la comida, pues poco a poco, cada día ibas mejor .(y es cierto porque desde el martes ya has comido bien todos los días y ya no has vuelto a vomitar).
- El quinto día llegaste dormidito y no querías despegarte de mí, pero al final te fuiste a los brazos de Azu.
- El sexto día cuando estábamos en el pasillo para entrar ponías caras de no querer entrar pero no lloraste.
- El Séptimo día, abrió la puerta Marta y puede hablar un poco con ella. Que te veía muy bien, que te ibas adaptando de forma perfecta para un niño que se acababa de pasar todo el verano con sus padres y que era la primera vez que iba a la guardería. Cuando me iba empezaste a poner carita de pena. Marta me dijo que era normal y que no pasaba nada. Que eran los padres los que realmente lo pasaban mal y no los niños
Como dije la otra vez, claro que lo paso yo peor que tú. Pero no te puedo retener. Tienes un gran mundo que te está esperando para que lo descubras y pasito a pasito lo conseguirás. El primero es la guardería y después vendrán muchísimos mas y yo estaré contigo en todos ellos para vivirlos juntos.
Te estas haciendo mayor y es maravilloso. Te quiero Leo.
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