Como ya te comenté Leo, ya vas solito por el mundo y vas como loco por todos los sitios. Esto hace que la casa se haya convertido en una trampa mortal más peligrosa que cualquier escenario de la saga Saw. Aunque, realmente lo que habría que hacer, es ponerte un casco, porque te vas dando con la cabeza por todos los sitios. Pareces que eres un auto de choque. Menos mal que eres bastante cabezón, como tu padre, y no te haces mucho daño. De todas formas hemos puesto protecciones infantiles
Protecciones infantiles
A parte de estar todo el día encima tuyo como si fuéramos Puyol con el marcaje que le hizo a Figo, hemos puesto varios protecciones por toda la casa:
- Seguro infantil para las puertas de los armarios y cajones. Este lo hemos puesto principalmente para los baños (por la medicinas) y en la cocina (por los productos de limpieza).
- Retén de bisagras. Para todas las puertas, porque te ha dado por abrir y cerrar también todas las puertas que encuentras. Esto viene muy bien porque se pone en la bisagra de arriba y es imposible que llegues
- Esquineras y espumas acolchadas para los muebles. Aquí menos mal que hemos encontrado una goma negra (como los muebles) y no amarilla chichón porque me venía el salón con pegotes amarillos. Esto Leo es el problema de no pensar en el futuro cuando haces las cosas, como por ejemplo cuando cerramos el armario o pusimos el tenderlo en la terraza y luego lo tuvimos que quitar por la máquina del aire acondicionado. Tampoco puedes estar pensado en el futuro porque no vives el presente.
Ahora somos más miediosos
Nos volvemos más cagones con la edad. Cuando nosotros éramos críos jugamos al churro va, nos tirábamos piedras, todo se curaba con mercromina, bebíamos todos de morro… No existían tantas protecciones como los tubos de plásticos de los columpios (¿qué daño te puedes hacer con eso?) Quizás antes éramos unos inconscientes y ahora ya somos adultos que en vez de pensar en nosotros mismo nos preocupamos por nuestros hijos. Es algo normal Leo, habrá momentos que no te dejemos hacer cosas y tú te enfadarás por no dejarte hacerlas, pero no lo hacemos para fastidiar sino porque te queremos y no queremos que te pase nada malo. Intentaré no ser un padre viejuno, aunque no te prometo nada…
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