Hola cariño, otra semana mas que ha pasado, esta ha sido cortita pero ya estamos en domingo y mañana a volver a la carga del cole. Hoy quiero hablar de propiedades y coleccionismo.
Coleccionismo
Papi es un poco friki, pero realmente no tiene la fiebre del coleccionismo. Es verdad que tuve una gran afición a tener todo en DVD hasta que me di cuenta que era una perdida de tiempo, porque cuando Leo tengas ganas y edad de ver esas películas, tener un reproductor de dvd será como tener el santo grial, algo casi imposible. Por eso he decidido que lo único que compro ahora son libros en papel, porque por mucho que cambie el futuro (seamos robots o un mundo post-apocalíptico) siempre podrás leer un libro. Y una colección que me voy haciendo poco a poco (son todos regalados) es la colección de Asterix y Obelix
Asterix y Obelix
Ya he comentado otras veces que me encanta Obelix. Es de mis personajes favoritos de mi infancia. Pues David (mi cuñaoooo) me regaló hace muchos muchos años un figura de los caramelos pez con la cabeza de Obelix y lo guardaba sin abrir. Las otras cosas que tengo sin abrir son unas figuritas de Los Simpsons y un calendario del primer año de Juego de Tronos. Que simplemente los guardo sin abrir por si dentro de unos años valen algo (alguno mas friki que yo me los comprará), pero volvamos al dispensador de los caramelos pez.
Lo tengo en casa de mi madre y el otro día cuando fuimos a verla pues te empeñaste en cogerlo. No paraste hasta que lo cogimos y nos lo traímos a casa. Yo pensaba que después de la siesta te olvidarías y te pondrías a jugar a otra cosa, pero no. Hasta que no conseguiste abrirlo no paraste.
Como era de hace unos cuantos años, pues el dispensador funcionaba, pero los caramelos estaban ya un poco radiactivos y no dejamos que te los acercaras a la boca. Como no pudiste usarlo pues dijiste que estaba roto y lo querías echar a la basura y no paraste hasta que te compramos otro dispensador de caramelos pez de Marshall de la patrulla canina.
¿Cómo me quedé?
Después de años guardado, estuviste con el 10 minutos y al siguiente estaba en la basura….
Y a no ser que dentro de 20 años veamos que venden uno igual por millones (entonces te lo recordaré), realmente no me ha preocupado ni me he enfadado. Es simplemente un juguete mas. Sin olvidar el cariño con lo que me lo compró David, es simplemente un objeto. En cambio tu cara de felicidad al abrirlo y tenerlo en tus manos no tiene precio. Los objetos son simplemente objetos, cosas con el valor que le quedamos dar (como la locura de los bitcoins) y para mi verte feliz es mas importante que cualquier cosa en el mundo. Tenemos que preocuparnos mas en los sentimientos de nuestros seres queridos que en cualquier otra cosa. Te quiero Leo.
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